"Z365" o "Festival todo el año" es la nueva apuesta estratégica del Festival en la que confluyen la búsqueda, el acompañamiento y el desarrollo de nuevos talentos (Ikusmira Berriak, Nest); la formación y la transmisión de conocimientos de cine (Elías Querejeta Zine Eskola, Zinemaldia + Plus, Diálogos de cineastas); y la investigación, la divulgación y el pensamiento cinematográfico (el proyecto Z70, Pensamiento y debate, Investigación y publicaciones).
La zozobra existencial y la angustia que rige la adolescencia es un tema muy propicio a la literatura por lo que tiene de inaprensible. El cine ha abordado ese entreacto tumultuoso entre el niño y el adulto en muchas ocasiones, con resultados desiguales y siempre, al menos cuando lo ha hecho con modos dramáticos, presentando dificultades para aproximarse al ojo del huracán. Suicide Room, que orbita alrededor de una sala de chat en la que se reúnen jóvenes atormentados, es una magnífica excepción. El polaco Jan Komasa reflexiona en su primer largometraje sobre internet y las redes sociales, trae recado sobre la incomunicación y el aislamiento en que nos sumen y en cierto modo lamenta estos tiempos de deshumanización patrocinados por Steve Jobs, aunque no da nombres porque lo que le interesan son las razones. Para explicarnos la existencia paralela del protagonista, la película alterna la imagen real con una animación poligonal que en principio diríamos de pésimo gusto, pero que puesta en escena resulta una sorpresainesperada. Es en el uso de esas imágenes donde el proyecto abrocha toda su intensidad y se eleva como pieza no sólo para el recuerdo, sino definitivamente inolvidable. rubén lardín