"Z365" o "Festival todo el año" es la nueva apuesta estratégica del Festival en la que confluyen la búsqueda, el acompañamiento y el desarrollo de nuevos talentos (Ikusmira Berriak, Nest); la formación y la transmisión de conocimientos de cine (Elías Querejeta Zine Eskola, Zinemaldia + Plus, Diálogos de cineastas); y la investigación, la divulgación y el pensamiento cinematográfico (el proyecto Z70, Pensamiento y debate, Investigación y publicaciones).
Piroska (Éva Gábor), enfermera en una unidad de pacientes terminales, lleva a cabo su rutina desde un distanciamiento aséptico. La frialdad con que trata a los familiares de los enfermos cuando tiene que anunciarles un fallecimiento ha propiciado incluso que la sombra de la sospecha se cierna sobre ella. ¿Sería capaz Piroska de “facilitar” la muerte de alguna de las personas ingresadas?
En su segundo largometraje, la cineasta húngara Ágnes Kocsis lleva a cabo el retrato de una mujer alienada por la dureza de su trabajo. Piroska lidia cada día, desde hace años, con la decrepitud y la muerte. Pero su marido parece ajeno a su dolor y solo le preocupa que lleve a cabo los ejercicios para combatir su obesidad. La protagonista palía la angustia devorando pastelitos de crema. Kocsis, sin embargo, evita que Piroska quede encerrada en el arquetipo de mujer cuyas frustraciones la conducen a una amargura sin escapatoria. El nombre de una de sus pacientes, Adrienn Pál, despierta en Piroska un recuerdo de su infancia. Cuando era pequeña fue amiga íntima de una tal Adrienn Pál, que desapareció de su vida cuando se cambió de escuela. Piroska se aferra a esta reminiscencia de una época en la que fue feliz.Y emprende la búsqueda de Adrienn. La enfermera visita a antiguos compañeros o familiares, vecinos y maestros de su infancia a la espera de encontrar alguna pista sobre el paradero de Adrienn. De paso, la protagonista desea corroborar su remembranza: escuchar en boca de otras personas que, efectivamente, ella y Adrienn mantuvieron una amistad inolvidable. Sin embargo, los diferentes testimonios que va recogiendo resultan fragmentarios, borrosos como una foto antigua, incluso contradictorios entre ellos o respecto a sus propios recuerdos sobre el pasado. Reencontrar a la única persona que de repente da sentido a su vida no resulta tan fácil.
Si en su primera película Friss levegö (2006), codirigida con Andrea Roberti, Kocsics, se acercaba al cine de Aki Kaurismäki, Pal Adrienn (2010) recuerda más bien a cierto cine austriaco en su quirúrgico perfil de un personaje alienado. Pero Kockis añade al rigor formal de su película cierto punto de humor y calidez humana. A partir del personaje de Piroska, la directora lleva a cabo un filme sobre la fragilidad de la memoria, más en un país sometido a una mutación acelerada en pocos años. La búsqueda de Adrienn toma los visos también de una road movie por las transformaciones, las nuevas y viejas formas de vida, de la Hungría contemporánea. eulàlia iglesias