El Festival acoge hoy en su Sección Oficial la historia de otra sociedad futura y distópica en la que los hombres y las máquinas deben convivir. Autómata, realizada por Gabe
Ibáñez (Hierro, 2009) y protagonizada por un entregado Antonio Banderas, está planteada como el cuento de otro mundo imperfecto y grisáceo, que si bien al principio puede remitir a títulos como Blade Runner y Dark City, no tarda en mostrar un considerable hálito personal.
Coproducción entre Bulgaria y España, con Banderas de protagonista absoluto (con perdón de los humanizados robots manejados artesanalmente) y secundarios modélicos en sus cometidos (Dylan McDermott, Robert Forster, Melanie Griffith), Autómata remodela algunas de las situaciones establecidas por Isaac Asimov y sus famosas leyes de la robótica. Si Ibáñez rodó su primera película en la isla de Hierro, para Autómata ha recreado un paraje igual de yermo y asfixiante en los estudios de la ciudad de Sofía. El diseño de producción es fascinante pero nunca anula los personajes ni la historia.
En su apuesta por el cine de género más personal, el Festival pasa elegantemente de la ciencia ficción al thriller con The Drop (La entrega), un estilizado relato de intriga que supone el debut en el cine norteamericano del cineasta belga Michael R. Roskam. El filme tiene dos particularidades, una literaria –se basa en un relato de Dennis Lehane, el autor de las novelas que han inspirado Mystic River, Adiós, pequeña, adiós y Shutter Island, además de guionista de algunos episodios de las series “The Wire” y “Boardwalk Empire”– y otra más cinéfila: es la última interpretación de James Gandolfini, Tony Soprano en el recuerdo. Pero Gandolfini encarna un personaje más episódico y son el camaleónico Tom Hardy –no lo van a reconocer si esperan ver al forzudo villano con máscara de El caballero oscuro: la leyenda renace– y Noomi Rapace –la heroína punk de Millenium– los que llevan el timón de este thriller tan intenso como contenido.
Susanne Bier compite por tercera vez en San Sebastián tras haber presentado Te quiero para siempre y Hermanos en 2002 y 2004, respectivamente. La ganadora del Oscar a la mejor película de habla no inglesa por En un mundo mejor (2010) propone en esta ocasión un relato sobre los límites de la justicia y la moralidad.
Los protagonistas de En chance til/A Second Chance son dos amigos, agentes de policía ambos, que se encuentran en situaciones bien distintas: mientras uno tiene una existencia estable con su esposa e hijo, el otro acaba de separarse y el alcohol es una compañía más que habitual. El primero está encarnado por Nikolaj Coster- Waldau, actor de moda gracias a su cometido como el guerrero manco Jaime Lanister en la serie de televisión “Juego de tronos”. Al segundo lo incorpora Ulrich Thomsen, el actor danés más internacional de los últimos años. El descubrimiento, atroz, de un recién nacido en el armario de la habitación de una pareja de yonquis se convierte en el detonante de una situación en la que se invierten los papeles entre los dos protagonistas. q.c.