"Z365" o "Festival todo el año" es la nueva apuesta estratégica del Festival en la que confluyen la búsqueda, el acompañamiento y el desarrollo de nuevos talentos (Ikusmira Berriak, Nest); la formación y la transmisión de conocimientos de cine (Elías Querejeta Zine Eskola, Zinemaldia + Plus, Diálogos de cineastas); y la investigación, la divulgación y el pensamiento cinematográfico (el proyecto Z70, Pensamiento y debate, Investigación y publicaciones).
Este thriller detectivesco, triunfador en la pasada edición del Festival de Berlín, tiene como base los ingredientes propios de los clásicos del cine negro, con un expolicía que lleva a cabo por su cuenta la investigación de una serie de crímenes que en su día no fue capaz de resolver; una enigmática mujer a la que el exagente perseguirá por estar vinculada a los asesinatos; la inevitable historia de amor; mucha intriga y, probablemente, una resolución final con el triunfo del policía.
No obstante, el director Diao Yinan (Night Train, 2007) tiene una particular forma de tratar la historia, con una atmósfera casi onírica y sorprendente puesta en escena.
Situada en una ciudad del nordeste de China a finales de los años 90, tiene como protagonista al recién divorciado policía Zhang Zili, excelentemente interpretado por Fan Liao (Oso de Plata en Berlín). Zhang pierde a dos de sus compañeros durante la investigación de un misterioso crimen. Abandona el cuerpo y el caso queda sin resolver. Unos años después, aparece un cadáver supuestamente relacionado con aquel macabro asesinato. Zhang, convertido ahora en un alcoholizado guardia de seguridad, decide capturar al asesino por su cuenta. Lo que en un principio no es más que la investigación particular del expolicía obsesionado con atrapar al autor de los crímenes, se ve afectado por la progresiva afectividad que sentirá hacia la misteriosa mujer relacionada con el caso.
Rodada con mucho tacto y elegancia, con un llamativo tratamiento del sonido y algunas pinceladas de humor, está cargada de escenas visualmente potentes que consiguen magnetizar al espectador. Por ejemplo, ese fascinante travelling semisubjetivo de 360º que utiliza para marcar una elipsis, sin duda una preciosa manera de mostrar el paso del tiempo. A.M.