"Z365" o "Festival todo el año" es la nueva apuesta estratégica del Festival en la que confluyen la búsqueda, el acompañamiento y el desarrollo de nuevos talentos (Ikusmira Berriak, Nest); la formación y la transmisión de conocimientos de cine (Elías Querejeta Zine Eskola, Zinemaldia + Plus, Diálogos de cineastas); y la investigación, la divulgación y el pensamiento cinematográfico (el proyecto Z70, Pensamiento y debate, Investigación y publicaciones).
En su ópera prima, Yatasto (2011), el director Hermes Paralluelo ofreció una incisiva mirada documental en torno a los cartoneros de la ciudad argentina de Córdoba, centrándose en tresjóvenes que se dedican a recolectar cartón y derivados del papel por las calles. Esa mirada firme y personal no varía en su segundo largometraje, No todo es vigilia, aunque sí los personajes capturados por la atenta cámara.
Paralluelo filma a sus abuelos, Felisa Lou y Antonio Paralluelo, en un momento crucial del crepúsculo de sus vidas. Llevan más de sesenta años juntos. Ancianos y enfermos, viven en un pequeño pueblo de la provincia de Zaragoza y ya no pueden dedicarse a lo que han hecho durante tanto tiempo, cuidarse mutuamente. Ahora sienten otra amenaza real, la de dejar el hogar para irse a vivir a un asilo. La amenaza resulta sobrecogedora porque supondrá el fin de una forma de vida que puede extenderse a toda una generación, incluso al mismo lugar donde transcurren los acontecimientos.
De ritmo pausado, imágenes de delicada e íntima belleza y atención especial al mínimo detalle que nos comuniquecosas sobre estos torpes pero lúcidos ancianos que Paralluelo filma con toda la paciencia y comprensión posibles, No todo es vigilia habla en dos tiempos, una primera parte que transcurre casi enteramente en el hospital, una segunda en la casa de los protagonistas, del amor en la vejez, pero también del desamparo y la soledad, las diferencias y las creencias. QUIM CASAS