"Z365" o "Festival todo el año" es la nueva apuesta estratégica del Festival en la que confluyen la búsqueda, el acompañamiento y el desarrollo de nuevos talentos (Ikusmira Berriak, Nest); la formación y la transmisión de conocimientos de cine (Elías Querejeta Zine Eskola, Zinemaldia + Plus, Diálogos de cineastas); y la investigación, la divulgación y el pensamiento cinematográfico (el proyecto Z70, Pensamiento y debate, Investigación y publicaciones).
Una noche sin luna narra tres historias de otros tantos personajes que acontecen en el mismo tiempo y en el mismo lugar, un pequeño pueblo rural uruguayo durante las horas previas al fin de año. Son personajes solitarios, baqueteados por distintas experiencias, que buscan en ese espacio aislado del mundo, y en una época tan dada a la melancolía y el recuento como es el fin de un año y el inicio de otro –el fin, a veces, de toda una época–, reencontrarse a sí mismos y saber qué nuevas direcciones tomar.
El formato del filme es muy característico, historias que están entrelazadas de un modo u otro más allá del lugar en las que se desarrollan. El debutante Germán Tejeira saca enorme partido de cada una de las situaciones en las que se encuentran los tres protagonistas. Uno, César, frágil, desorientado, a veces patético, viaja para encontrarse con la familia de su exesposa, para celebrar con ellos el final de año y, sobre todo, reconquistar el afecto de su hija. Otro, Antonio, es un mago que intima con una mujer mientras espera en un peaje la llegada del mecánico que debe arreglar su automóvil averiado. El tercero, Miguel, consigue un permiso penitenciario para poder cantar en el pueblo.
El paisaje emocional puede parecer desolador, pero el cineasta uruguayo sabe cómo conferirle una tonalidad agridulce a todo el conjunto, incluso a los fragmentos más severos que atañen al personaje de Miguel. El resultado es una película triste y bonita, ante todo serena, de sentimientos tan rotos como los de la canción de Tom Waits que se deja oír en el filme. Q.c.