"Z365" o "Festival todo el año" es la nueva apuesta estratégica del Festival en la que confluyen la búsqueda, el acompañamiento y el desarrollo de nuevos talentos (Ikusmira Berriak, Nest); la formación y la transmisión de conocimientos de cine (Elías Querejeta Zine Eskola, Zinemaldia + Plus, Diálogos de cineastas); y la investigación, la divulgación y el pensamiento cinematográfico (el proyecto Z70, Pensamiento y debate, Investigación y publicaciones).
Oshima viajó a Corea del Sur a principios de los sesenta, y la relación entre japoneses y coreanos fue tema de varios de sus documentales y dejó huella en algunas de sus películas de ficción. En Koshikei, un joven coreano es juzgado por la violación y asesinato de dos mujeres japonesas, condenado y ejecutado en la horca. Así empieza la película, con el inquietante sonido de las esposas que chocan entre sí mientras el personaje, llamado R, agita nervioso sus manos antes de la ejecución; el sonido metálico que antecede a la muerte.
Pero R no fallece tras quedar suspendido durante varios minutos con el cuello aprisionado en la ajustada soga. Y, entonces, el sistema debe reinventarse. Como ha quedado amnésico a causa del trauma, los miembros del tribunal y los carceleros deben escenificar el pasado del protagonista para que éste recupere la memoria, ya que si no es consciente de los actos cometidos, no puede volver a ser ahorcado.
Perversa paradoja: recuperar la memoria perdida para poder ser ejecutado por segunda vez. Así de duro e incisivo era el cine de Oshima en aquellos tiempos, remodelando su cine a partir de una notoria influencia teatral que afecta a la utilización del espacio, el tiempo y el sentido de la interpretación.
QUIM CASAS