"Z365" o "Festival todo el año" es la nueva apuesta estratégica del Festival en la que confluyen la búsqueda, el acompañamiento y el desarrollo de nuevos talentos (Ikusmira Berriak, Nest); la formación y la transmisión de conocimientos de cine (Elías Querejeta Zine Eskola, Zinemaldia + Plus, Diálogos de cineastas); y la investigación, la divulgación y el pensamiento cinematográfico (el proyecto Z70, Pensamiento y debate, Investigación y publicaciones).
Es complicado resistirse al carisma de Hugh Jackman, pero hagamos un esfuerzo y empecemos hablando de la película: Prisoners se lo merece. Cobijada bajo el epígrafe Proyección Especial, el filme de Denis Villeneuve, el autor de la celebrada Incendies y de Enemy, que compite este año en la Sección Oficial, es un thriller que toma durante dos horas y media como prisionero al espectador con las tres armas más poderosas de las que dispone el cine: el guion, la dirección y la interpretación de sus protagonistas.
La desaparición de dos niñas de seis años pone a prueba relaciones, roles, competencias profesionales… y límites éticos. “El cine es una herramienta para explorar temores profundos, que no me gustaría experimentar. Hago películas para explorarlos, e interpretarlos y verlos es una forma de catarsis”, explicó el cineasta canadiense. “Prisoners nos recuerda qué fácil es juzgar desde un punto de vista moral, y lo imposible que resulta saber qué harías si no estás en el lugar de la víctima -abunda Jackman-. Es una película rara para ser de Hollywood, y la productora (Kyra Davis) lo ha hecho posible con su valentía, es un filme de suspense, pero que hace pensar y que conmueve”, subrayó el protagonista que valora encarnar papeles “extremos” porque se considera “bastante moderado” en la vida: “El personaje de Prisoners me rompe el corazón porque es una persona que lucha todos los días y su vida no es fácil. Lo quiero y lo admiro”. Esa proximidad le ha hecho plantearse su papel de padre. “Te preguntas si has preparado lo suficiente a tus hijos, pero al mismo tiempo no quieres que tengan miedo al salir al mundo, quiero que exploren como yo lo hice con 18”.
Donostia en bici
Ahora ya podemos averiguar: ¿Cómo se vive el día en el que te entregan el Premio Donostia? Si uno es Hugh Jackman, se levanta “muy pronto” y hacia las ocho y media se da “un paseo fantástico de dos horas en bici” con su director. Es contemplado por un grupo de alumnos de la Universidad del País Vasco fumando, que le miran como diciendo: ¿Quién será éste? Se da un baño en una playa que le recuerda a una de su ciudad natal, la hermosa Bondi de Sidney. Concede entrevistas pacientemente, firma 1.500 autógrafos y brinda una conferencia de prensa con un inicio arrollador: “Arratsalde on. Es increíble estar en San Sebastián, me siento como en casa. ¡Estamos tan en casa que hasta el traductor es australiano! ¡Saluda por la ventana, Louis!”.
Además de sacar del anonimato al intérprete de inglés, es obsequiado con una caricatura y escoge entre los asistentes a la rueda de prensa a un joven con patillas como sucesor de Lobezno, antes de expresar sus sensaciones respecto al Premio Donostia: “Me siento sorprendido y agradecido, es un honor ser reconocido por un festival tan prestigioso, en el que me han precedido nombres que me hacen sentir muy humilde”, confesó. Entre ellos, Gregory Peck, cuya actuación en Matar a un ruiseñor mencionó como una de sus referencias, junto a la de Robert de Niro en El cazador. Para acabar de ganarse al público, habla de sí mismo sin solemnidad: dice que sus amigos lo consideran “aburrido” y cuando anuncia a su mujer que ha sido elegido el hombre más atractivo del año, ésta le contesta: “Saca la basura, cariño”.
R.P.