"Z365" o "Festival todo el año" es la nueva apuesta estratégica del Festival en la que confluyen la búsqueda, el acompañamiento y el desarrollo de nuevos talentos (Ikusmira Berriak, Nest); la formación y la transmisión de conocimientos de cine (Elías Querejeta Zine Eskola, Zinemaldia + Plus, Diálogos de cineastas); y la investigación, la divulgación y el pensamiento cinematográfico (el proyecto Z70, Pensamiento y debate, Investigación y publicaciones).
Hoy en día resulta normal que determinados directores asiáticos pertenecientes a la siempre esquiva categoría del cine de autor rueden películas de artes marciales, samuráis, chambara y wuxia. Lo hizo Ang Lee con la oscarizada Tigre y dragón y, a partir de sistemas de representación bien distintos, le han seguido cineastas como Zhang Yimou (Hero, La casa de las dagas voladoras, La maldición de la flor dorada), Takeshi Kitano (Zatoichi), Yoji Yamada (El ocaso del samurái, Hidden Blade, Love & Honor), Hirokazu Kore-eda (Hana), Takashi Miike (13 asesinos, Hara-Kiri: muerte de un samurái), Wong Kar-wai (The Grandmaster) y Hou Hsiao-hsien (Assassin).
Oshima fue, en todo caso, el precursor. Gohatto (1999), con Kitano como actor, es anterior a los títulos citados. Atenta tanto a la espada como a la pulsión amorosa, a la catana y al sexo, muy plástica y contundente, narra una historia de amor y de dependencia en el contexto viril de un cuartel de la milicia del shogunato. Es también un relato de samuráis muy coherente en la filmografía de Oshima: algunos elementos de tensión homosexual y de disputas de poder de esta película, que se centra en algunos personajes históricos del final del periodo Edo, ya estaban presentes en el campo de concentración de Mery Christmas, Mr. awrence.
Q.C.