"Z365" o "Festival todo el año" es la nueva apuesta estratégica del Festival en la que confluyen la búsqueda, el acompañamiento y el desarrollo de nuevos talentos (Ikusmira Berriak, Nest); la formación y la transmisión de conocimientos de cine (Elías Querejeta Zine Eskola, Zinemaldia + Plus, Diálogos de cineastas); y la investigación, la divulgación y el pensamiento cinematográfico (el proyecto Z70, Pensamiento y debate, Investigación y publicaciones).
Forjado en tareas de edición a las órdenes de cineastas como Pablo Berger o Montxo Armendáriz, el sevillano Fernando Franco debuta como realizador de largometrajes con La herida, la historia de una joven con impulsos autodestructivos producto del trastorno límite de personalidad que padece sin que ella (ni el espectador) lo sepa. El hecho de abordar un filme sobre una enfermedad eludiendo cualquier referencia a la misma, fue justificado por su director como un intento por “no traicionar el rigor en la construcción del punto de vista. Si Ana, la protagonista, no es consciente de su enfermedad, ni está diagnosticada y pretendemos narrar la historia desde su punto de vista, lo lógico es omitir referencias que ella no maneja”.
Lo cierto es que el rostro de Marian Álvarez (la actriz encargada de interpretar a Ana) ocupa la pantalla durante casi todo el metraje del filme, situándose la cámara muy encima del mismo, “pues es en su cara donde se articula ese vaivén emocional que queríamos mostrar”, según dijo Fernando Franco. El director también explicó su apuesta por los planos secuencias: “Me permite trabajar con los actores en tiempo real y la labor de puesta en escena me resulta más flexible”. Este método fue alabado por Marian Álvarez al afirmar que “trabajar en continuidad, ayuda mucho al actor a conseguir la naturalidad deseada”.
Ese naturalismo está también en algunas referencias que Fernando Franco reconoce haber manejado a la hora de elaborar su proyecto: “Me interesa mucho el cine de los Dardenne, a la vista está, pero también las corrientes previas de las que éste se nutre como todo el cinema veritè. De hecho, en un principio La herida me la planteé como documental”. Sin embargo aquel proyecto primigenio pronto quedó abandonado: “Abordar esta historia en clave documental me creaba un problema ético y es que llevar a cabo un seguimiento de alguien con este tipo de trastorno agudizaría en él los síntomas de su enfermedad al sentirse objeto de interés por nuestra parte”. Esas mismas razones fueron esgrimidas por la actriz Marian Álvarez para rechazar entrevistarse con algún enfermo diagnosticado de cara a preparar su papel: “Tuve bastante tiempo para trabajar el personaje, lo hice a partir de libros de psicología, psiquiatría, artículos on line y sobre todo gracias a Fernando que llevó a cabo un proceso de investigación exhaustivo. Juntos fuimos puliendo a Ana hasta quedarnos en el núcleo de lo que queríamos contar”.
Elogios y… ¿premios?
La actriz centró buena parte de los elogios que recibió el filme por parte de los asistentes a la rueda de prensa. Hubo incluso quien, abiertamente, la situó como firme candidata a hacerse con la Concha de Plata a la Mejor Actriz esta noche: “Es algo que ni me planteo – eñaló la actriz–. De momento estoy disfrutando de este momento, es algo dificilísimo que te seleccionen para un Festival como San Sebastián. Estar aquí ya es un premio”. Lo que sí quiso destacar la intérprete es “la generosidad del equipo artístico, de todos los que me han rodeado en esta película. El personaje de Ana ha crecido gracias a ellos”.
Sobre el plano que cierra el filme, Fernando Franco reconoció que “se trata de un final abierto y como tal puede ser interpretado desde muchos puntos de vista, pero lo trabajamos como una especie de catarsis que abre una vía de esperanza para la protagonista”.
J.I.