"Z365" o "Festival todo el año" es la nueva apuesta estratégica del Festival en la que confluyen la búsqueda, el acompañamiento y el desarrollo de nuevos talentos (Ikusmira Berriak, Nest); la formación y la transmisión de conocimientos de cine (Elías Querejeta Zine Eskola, Zinemaldia + Plus, Diálogos de cineastas); y la investigación, la divulgación y el pensamiento cinematográfico (el proyecto Z70, Pensamiento y debate, Investigación y publicaciones).
Una esvástica sobre el Bidasoa, que ya ha agotado las entradas en el Zinemaldia, narra la presencia del ejército nazi en el País Vasco durante la Segunda Guerra Mundial mediante historias personales de sus protagonistas o a través de sus hijos. Todo ocurre en la frontera de Irún, que fue un punto de encuentro entre dos regímenes totalitarios y con un trasfondo político en el que sorprende el interés de los máximos responsables nazis por los vascos.
La idea del proyecto nace de una fotografía de un avión alemán que aterrizó el 8 de mayo de 1945, último día de la guerra, en la playa de la Concha. Ese fue el punto de partida de Alfonso Andrés y Javier Barajas: “Con esfuerzo encontramos mucho material inédito. El mayor hallazgo fue el de la cinta Im Lande Der Basken (En tierra de vascos), una copia única que se había considerado desaparecida durante más de medio siglo y con ella el papel de Herbert Brieger como realizador. Esta filmación, apoyada por el partido nazi, presenta a los vascos como una raza mítica y misteriosa, contiene un mensaje propagandístico conectado con la idea de los nazis de las razas puras europeas, entre las cuales incluían a los vascos. Mediante esta copia encontrada en la Filmoteca Vasca nos pusimos en contacto con su hijo, Nicolas Brieger, pero él hasta entonces no había querido investigar la figura de su padre, que estaba afiliado al partido nazi. A través de nosotros empezó a analizar por qué su padre hizo aquella película y eso también es algo que nos gustaría resaltar, la relación póstuma entre padre e hijo. Por cierto, que Nicolas Brieger estará en el Zinemaldia el día del estreno”, cuentan los realizadores.
“El montaje no es un documental al uso con una voz en off, son las propias voces de las personas las que nos brindan sus testimonios, las que nos guían por el recorrido”, continúa Andrés. “Hemos contado con gente que mediante sus relatos aportan frescura y vivacidad al documental. Pero también queremos subrayar la inestimable participación de dos historiadores como Santiago de Pablo y Ludger Mees en el proyecto para mantener el rigor histórico y contextualizar las vivencias y anécdotas personales de los protagonistas”, quiere remarcar Javier Barajas. “Hay un elemento de thriller político, pero lo fundamental son esas historias muy humanas, esos reencuentros entre padres e hijos, ese hurgar en el pasado de sus padres, en su propio pasado, que a veces puede incluso resultar muy amargo”.
Una esvástica sobre el Bidasoa llegará a finales de año a las salas comerciales y sus responsables contemplan la distribución de la cinta en Alemania, ya que “los alemanes siempre están interesados en escarbar en su pasado, salvo tabús, demuestran mucho interés por todo lo que envolvía al nazismo”.
N.A.