"Z365" o "Festival todo el año" es la nueva apuesta estratégica del Festival en la que confluyen la búsqueda, el acompañamiento y el desarrollo de nuevos talentos (Ikusmira Berriak, Nest); la formación y la transmisión de conocimientos de cine (Elías Querejeta Zine Eskola, Zinemaldia + Plus, Diálogos de cineastas); y la investigación, la divulgación y el pensamiento cinematográfico (el proyecto Z70, Pensamiento y debate, Investigación y publicaciones).
Los hermanos Peter y Bob Farrelly pudieron finalmente rodar Los tres chiflados (2012), su homenaje al trío cómico The Three Stooges. El proyecto se remonta unos años atrás, cuando Jim Carrey y los Farrelly eran carne y (doble) uña, y el actor era perfecto para interpretar a uno de los tres toscos comediantes, Moe, con su pelo cortado al flequillo en forma de orinal. El filme sobre The Three Stooges siempre ha estado allí, y los Farrelly han ido dejando a lo largo de toda su obra rastros de esa devoción.
Ese rastro ya está en su primer filme, Dos tontos muy tontos (1994); son dos nuevos chiflados, Carrey y Jeff Daniels, pero muy bien podrían haber sido tres. Su historia es la de un par de descerebrados que viajan en motocicleta o en el coche más hortera que se ha visto
nunca en una pantalla, forrado con pelo de perro gigante. Está el corte de pelo con orinal como recuerdo a los tres chiflados. Y es a Carrey a quien se lo cortan. Porque aquí Carrey es la intersección física entre Moe y Jerry Lewis. Porque antes de la eclosión de Judd Apatow, los Farrelly ya nos contaron a su bárbara manera las andanzas de los adultos que se niegan a crecer, los Peter Pan de la era moderna.
Porque eso ya lo había hecho Jerry Lewis, el gran referente. Así que con humor políticamente incorrecto y gags salvajes (la lengua y el moco helados), Dos tontos muy tontos
resume y prefigura buena parte de la historia de la comedia desde los años cincuenta hasta nuestros días.
Q. C.