"Z365" o "Festival todo el año" es la nueva apuesta estratégica del Festival en la que confluyen la búsqueda, el acompañamiento y el desarrollo de nuevos talentos (Ikusmira Berriak, Nest); la formación y la transmisión de conocimientos de cine (Elías Querejeta Zine Eskola, Zinemaldia + Plus, Diálogos de cineastas); y la investigación, la divulgación y el pensamiento cinematográfico (el proyecto Z70, Pensamiento y debate, Investigación y publicaciones).
Debe ser duro sentirse más viejo de lo que realmente eres, querer vivir en una época que
no es la tuya, querer reír con quien no quiere reír contigo, debe ser duro ser un viejo entre
jóvenes que no quieren ser como tú, que rechazan lo que dices y lo que sientes, que no
quieren el futuro que les ofreces. Debe ser duro ser rockero en Bucarest, ser rockero y
tener unos cincuenta, trabajar en campos nevados marcando zanjas, y tener que mantener al líder del grupo que no tiene para pagarse las drogas sin las que se vuelve un ser histérico, déspota y manipulador. Debe ser duro ser su padre.
Es Rumania, y es invierno. Un grupo de rock local intenta grabar un vídeo para auto- promocionarse en la capital y, por qué no, para dar el salto. En un mísero local, los jóvenes ensayan ritmos punk-rock. El padre del vocalista, un obrero separado que intenta mantener la dignidad mientras vende viejos pares de esquíes en los aparcamientos de grandes almacenes y busca bolas de heroína entre los contenedores de los locales de música, se siente uno más del grupo, entona las canciones mientras los demás ensayan, rasga una guitarra imaginaria y golpea los palillos de la batería con tanto convencimiento que acaba por exasperar a todos los que le rodean. Pero la patética drogodependencia del líder del grupo marca todo el desarrollo de este primer trabajo de Marian Crisan. Esa inconsciencia que da el estar en el agujero, y, al mismo tiempo, el emotivo intento de un padre por ayudar a un hijo a conseguir su sueño. Aun a costa de sí mismo.
A.B.