"Z365" o "Festival todo el año" es la nueva apuesta estratégica del Festival en la que confluyen la búsqueda, el acompañamiento y el desarrollo de nuevos talentos (Ikusmira Berriak, Nest); la formación y la transmisión de conocimientos de cine (Elías Querejeta Zine Eskola, Zinemaldia + Plus, Diálogos de cineastas); y la investigación, la divulgación y el pensamiento cinematográfico (el proyecto Z70, Pensamiento y debate, Investigación y publicaciones).
Ayer tuvo lugar el estreno de la película Layali bala noom. Era la primera vez que su directora enseñaba su trabajo en un pase abierto y, tras la proyección, Eliane Raheb se mostraba sorprendida al comprobar que la gran mayoría de los asistentes se habían mantenido en sus asientos hasta el final. “Se trata de un documental largo que narra una historia dura, no sabía si la gente iba a entender el contexto ni cómo iba a reaccionar. Parece que ha gustado y por eso estoy gratamente sorprendida”, admite la directora libanesa.
Sin embargo, donde sí sabe cómo va a reaccionar el público es en su país natal. La película está realizada expresamente para ser mostrada a la ciudadanía libanesa y su autora tiene claro que cuando menos va a levantar pasión. “El filme no solo responsabiliza de lo sucedido a sus protagonistas sino también a toda la sociedad libanesa”, dice Raheb. “Y eso va a herir la sensibilidad de ciertas personas y de ciertos sectores”.
Para ella, realizar un documental de este tipo en su país, más que un acto de valentía, es un acto de responsabilidad. Con el cine como herramienta, la autora espera que la sociedad libanesa se enfrente a sus responsabilidades y empiece a buscar soluciones al conflicto. Así, la directora asegura que su objetivo con este filme es abrir un debate en el Líbano.
Trabajo conjunto
Pese a que la película está firmada por Raheb, se trata de un trabajo conjunto con Nizar
Hassan, un realizador palestino que también ha participado en los procesos de guion y montaje del documental. Curiosamente, ninguno de los dos tiene reparos en confesar que han realizado el documental con objetivos muy distintos. “Durante su elaboración hemos
debatido mucho y han salido a la luz nuestras diferencias. Por suerte, estas diferencias más que un problema han terminado siendo muy complementarias”, afirma la directora.
Según Eliane Raheb, estas visiones distintas venían intrínsecas por la realidad de cada
persona. “Él es un hombre y yo una mujer, él es palestino y yo libanesa, él buscaba una mirada más universal y yo veía el proyecto con un enfoque mucho más nacional”.
Quizá esa universalidad que buscaba Hassan ha hecho que la película tuviera tan buena acogida en el Festival. Tras la proyección, los dos autores tuvieron la oportunidad de hablar con gente de aquí y descubrieron que no estamos tan distantes, tanto ellos como nosotros hemos tenido una guerra civil y vivimos el tema de las fosas comunes con una sensibilidad especial. “Es importante que los jóvenes de hoy en día no cometan los errores de sus antepasados”, concluye Raheb.
I.B.