Frances McDormand llega tras una larga comida que ha finalizado con las deliberaciones del Jurado que se anunciarán esta noche en la gala de clausura. Resulta muy cercana, pero tiene algo de prisa.Es el cumpleaños de su hijo Pedro y quiere comprarle un regalo después de la entrevista, antes de que cierren las tiendas.
A pesar de las diferentes procedencias de los miembros del Jurado, asegura que no ha sido difícil llegar a las conclusiones finales. Han actuado en calidad de “colectivo internacional de profesionales”, tal y como sugirió como presidenta del Jurado en la primera reunión que mantuvieron. Para abordar su labor durante esta edición, escogieron la palabra “coraje”, valentía en las decisiones. Asegura que su forma de gobierno dentro del grupo ha sido una “democracia social”.
¿Ayudó la comida en sus deliberaciones?
No tanto en las deliberaciones como en el ambiente social. La comida ayudó a llenar el vacío de la decepción de algunas de las películas, cuando nos sentimos desnutridos por la estética o la propuesta artística, la comida ayudaba a equilibrar la experiencia.
El thriller Sangre Fácil (Blood Film, 1984) fue su primer largometraje. El Zinemaldia ha dedicado una de sus retrospectivas, American Way of Death, al film noir americano de los últimos veinte años donde podemos ver títulos como Muerte entre las flores (Miller’s Crossing, 1990) y Fargo (1996), de la cual fue protagonista. ¿Cuál ha sido su relación con este género? ¿Refleja la violencia de su país?
Recientemente me invitaron a un foro en el New School en Nueva York, con el film noir como tema de tesis académica. Este género es solo uno de muchos. Probablemente ha adquirido un status diferente por utilizar un término francés.En cualquier caso,Ethan y Joel no estaban intentando hacer un film noir con Sangre Fácil. Era su primera película y querían llamar la atención.Como en el género de terror, buscaron mantener el suspense.Ahora, con el paso del tiempo, es una película que encaja con el término de film noir.
¿Representó Fargo la violencia en la cultura americana?
No, no lo creo. Ethan y Joel mintieron diciendo que estaba basada en una historia real. Creo que eso la colocó en una posición diferente. Una de las razones por las que Fargo funciona es por Marge a quien yo interpreté.Una mujer embarazada que acaba siendo un personaje heroico a pesar de su banalidad. Sus ideas políticas, probablemente, no son aquellas con las que nos gustaría estar de acuerdo. Es esa contradicción la que la hace icónica. Podríamos haber representado más imágenes de EEUU.
¿Es Marge el personaje de su carrera al que se siente más cercana?
Es una pregunta difícil. La mejor respuesta que te puedo dar es que estará en mi epitafio. La primera línea en mi lápida dirá “Madre de Pedro”, en la segunda dirá “Fargo”.Estoy muy orgullosa de la colaboración con Joel e Ethan, pero es también mi albatros particular alrededor de mi cuello, ya que he hecho otras muchas cosas en mi carrera.
¿Cómo equilibra su carrera entre el teatro y el cine?
A partes iguales. Me gradué en 1982. No he pasado más de dos años y medio sin pisar las tablas del teatro. Me gustan ambas facetas y quiero las dos. Necesito el teatro para expresarme, me presta el espacio para ofrecer lo que tengo que dar como actriz. En el cine,me he nutrido de papeles secundarios alrededor de protagonistas masculinos. Creo que he recreado lo que un papel secundario tiene que hacer.
Además de su colaboración con los hermanos Coen, ha tenido oportunidad de trabajar con grandes directores como Alan Parker, Ken Loach, John Boorman, entre otros. ¿Cuál es la diferencia principal que ha encontrado?
He sido muy afortunada al trabajar con todos ellos, tan afortunada que no me lo creo. Al haber hecho mi primera película con los Coen, me acostumbré a ponerme al servicio de una “visión”.Para mí el elemento más importante es que entienden cómo se va a editar el filme.Me entrego a un guion y a un storyboard. No estoy interesada en un director que sea
bueno dirigiendo actores, sino que sepa cómo quiere visualizarlo. Ethan y Joel intervienen en cada parte. Escriben el guion. Planifican la preproducción muy bien. Después ruedan, editan y participan en la promoción. Trabajan con la misma gente. Para mí es como ser miembro de una compañía de teatro. Sé que soy una musa, al igual que Steve Buscemi, John Turturro, John Goodman… Somos una gran familia.
¿Hablan sobre trabajo en sus reuniones familiares?
No, no lo hacemos.Alguna vez hablamos sobre el casting porque trabajo con mucha gente y conozco a muchos actores.Para los guiones, no me necesitan. Hablamos más sobre cosas domésticas, sobre quién se quedará en casa para estar con nuestro hijo.
¿Le interesa el cine a su hijo?
Nunca le hemos dado la opción, la verdad. Siempre hemos tenido una idea de educación de clase trabajadora, no queremos ponerle las cosas fáciles, queremos que aprenda por sí mismo. Por primera vez este año hemos pensado que quizás le deberíamos dar la opción y, de hecho, va a estar de aprendiz en un departamento de diseño de vestuario durante dos semanas con su madrina.
A pesar de que tengan dos carreras separadas, tanto los Coen como usted han logrado mantener un equilibrio entre el cine independiente y el comercial. ¿Cómo lo han conseguido?
Es lo que más me enorgullece. ¡Lo he conseguido! Y, después de 30 años, estoy aún haciéndolo.Lo he conseguido a base de respeto.
ANE RODRÍGUEZ