"Z365" o "Festival todo el año" es la nueva apuesta estratégica del Festival en la que confluyen la búsqueda, el acompañamiento y el desarrollo de nuevos talentos (Ikusmira Berriak, Nest); la formación y la transmisión de conocimientos de cine (Elías Querejeta Zine Eskola, Zinemaldia + Plus, Diálogos de cineastas); y la investigación, la divulgación y el pensamiento cinematográfico (el proyecto Z70, Pensamiento y debate, Investigación y publicaciones).
“La vida es el sabotaje perfecto de los sueños”, dice un José Sacristán cínico, revenido y desilusionado con todo en el papel de Miguel, un articulista famoso al que la vida ya le ha dicho lo que le tenía que decir y que tiene la sensación de que le quedan un puñado de be sos que dar , no más.Se lo dice a Ángeles,una joven e studiante de P eriodismo que le ha entr evistado y que quiere conocer su opinión sobre su trabajo. Se lo dice en Madrid, en un pequeño estudio de pintor, desnudo mientras ella se esfuerza en taparse con una pequeña toalla sucia a la vez que intenta avisar a los vecinos a través de un ventanuco de que se han quedado enc errados, de que venga alguien,por favor.
Miguel, convencido de que no les oirán, le pregunta a la joven si quiere ver una película, y mirando de frente a una pared de azulejos verdes decadentes, le cuenta la historia de un niño que no quería levantarse de su cama.YÁngeles mira y escucha con atención. Acaban de hacer el amor casi sin querer,casi porque no tenían otra salida en esa situación de intimidad no buscada, y han hablado de todo, de literatura, de periodismo, de la juventud,de la vejez,del país,de la política, de la vida. O, mejor dicho,él ha hablado,y ella ha escuchado. Hasta que ella explota. ¿Qué se cree, que por tener más edad es más sabio? ¿Que por e star más amar gado e s más auténtico? ¿Que los jóvenes de hoy en día no saben que algún día ellos también llegarán a ese estado de decrepitud, que acabarán llevando en la frente y, sobre todo, en el alma, la fecha de caducidad que muchos adultos llevan como anuncios de neón?
David Trueba propone en este trabajo un ejercicio de voyerismo intelectual al que tan aficionado e s S acristán, que puede presumir de un buen puñado de p apeles en su haber que retratan a viejos maduros hablando de lo gr andes que eran y todo lo que amaban y todo
por lo que peleaban y cómo ya no les queda nada.Por eso, lo realmente interesante de esta película, más que la docena larga de frases inteligentes e ingeniosas que el guión r egala al protagonismo masculino, es el acierto al mantener el interés de una situación que se desarrolla casi íntegramente en un pequeño baño decadente de Madrid, un fin de semana de agosto de 1987.
A.B.