Se nota que Guillermo Arriaga es un buen narrador de historias por sus estructuradas respuestas. Recibe muy cortésmente al grupo de periodistas citados, que se sientan alrededor de la butaca que él ocupa, para escuchar lo que tiene que contar.
El escritor mexicano destacó internacionalmente con sus narraciones en el cine por ser el autor, entre otros, de los guiones de Amores perros (2000), 21 gramos (2003) y Babel (2006), las tres dirigidas por Alejandro González Iñárritu, con quien cosechó muchos éxitos. Para pesar de muchos, asegura que no volverá a colaborar con él.“Una vez que te divorcias, te divorcias”.
Su marcado estilo, caracterizado por entrelazar varios relatos de sólidos personajes, ha influenciado en las nuevas generaciones. Opina que el cine es un arte muy joven y aún está encontrando su propio lenguaje.“Considero poco natural narrar historias de manera lineal.En la vida real usamos estructuras muy sofisticadas para contar nuestras propias vivencias, no lo hacemos de modo lineal.No debemos ponerles camisa de fuerza. Tenemos que dejar queellas busquen sus propias formas”. Este estilo es herencia de sus propias novelas.Tanto 21 Gramos como Amores perros deben su estructura a dos relatos publicados en ‘Retorno 201’.
Declara ser estricto con los actores, no le gusta ceder para dar lugar a la improvisación.Tarda en escribir cada proyecto entre dos y tres años.“Hay un trabajo, una disciplina, una razón de ser, una coherencia interna dentro de lo que estás escribiendo, como para que alguien, de repente, en un minuto, quiera cambiarlo porque cree que suena más natural. El actor actúa, el director dirige y el escritor escribe. Es como si, en un partido de fútbol, el portero saliese de centro delantero”.
Cine latinoamericano
Guillermo Arriaga es uno de los responsables del buen momento que está viviendo el cine mexicano. Como prueba, el Zinemaldia ha dedicado una sección exclusiva al cine de este país, además de contar con la presencia del viejo conocido Arturo Ripstein, que compite en la Sección Oficial con Las razones del corazón, y la del joven talento Gerardo Navarro, exalumno del propio Arriaga, que presenta Miss Bala en Horizontes Latinos.
“Necesitábamos creer en nosotros mismos y me alegro de ser parte de esa película que dio seguridad a los cineastas mexicanos”. Cuando el público vio Amores perros, encontró en la película una historia muy mexicana que, a su vez, estaba funcionando en el extranjero.
Arriaga alega que América Latina tiene mucho que contar, pero que necesita encontrar las estructuras propias para hacerlo. “Nosotros vivimos las contradicciones de manera mucho má profunda. La distribución del ingreso es más injusta que en Europa. Las tensiones histórico-sociales son muy fuertes. Todo eso crea historias.Lo que sucede a veces es que tratamos de contarlas como si vinieran de otro país y tenemos que encontrar una manera
propia de hacerlo para que funcione”.
Por lo que cuenta, se intuye un ambiente muy bueno entre todos los miembros del Jurado. “Hay gente que admiro y, como jurados que somos, discutimos mucho”. Para mantener sus criterios más intactos, ha decidido no leer ninguna crítica.“Mi obligación es ver qué es lo que intenta contar el grupo de cineastas y valorar en consecuencia. Me gusta el cine que
corre riesgos, que me lleva a territorios que desconozco. A los únicos que pregunto por su opinión es a mis compañeros”.
ANE RODRÍGUEZ