"Z365" o "Festival todo el año" es la nueva apuesta estratégica del Festival en la que confluyen la búsqueda, el acompañamiento y el desarrollo de nuevos talentos (Ikusmira Berriak, Nest); la formación y la transmisión de conocimientos de cine (Elías Querejeta Zine Eskola, Zinemaldia + Plus, Diálogos de cineastas); y la investigación, la divulgación y el pensamiento cinematográfico (el proyecto Z70, Pensamiento y debate, Investigación y publicaciones).
Tres niños juegan en la calle. Están escribiendo sus nombres en el asfalto aún húmedo
cuando un coche se detiene y dos hombres se llevan a uno de ellos. A partir de ese momento ya nada será lo mismo. Los tres amigos se encontraron esa tarde con el mal en estado puro. Jimmy y Sean lo vieron pasar de largo, mientras que Dave tuvo que sufrirlo en sus propias carnes y aprender a canalizar ese dolor durante el resto de su vida. El peso de ese instante gravitará en sus existencias como una fuerza centrífuga que siempre les llevará hasta ese punto, como si su destinohubiera quedado prefijado en ese lugar y en ese preciso momento. A continuación veremos en qué se ha convertido cada uno después de muchos años. Todos disponen de una impoluta fachada social; Clint Eastwood se encargará de descubrirnos su verdadera dimensión ética a través de un des-piadado retrato acerca de la perversión interna que se esconde en el individuo.
Mystic River se recibió en su momento como una metáfora de la sociedad norteamericana tras los atentados del 11-S, insertándose dentro de una tendencia que inundó buena parte del thriller contemporáneo. Vista con perspectiva, su alcance y su ambigüedad es todavía mayor. Mystic River trata sobre el mal que late en el seno de la sociedad americana. Se trata de un mal de raíces profundas articulado en el filme a través de un poderoso lenguaje de reminiscencias bíblicas. Así, casi lo primero que vemos es el anillo de sacerdote
que lleva uno de los violadores, mientras que una de las últimas escenas está dominada por la gran cruz tatuada que carga Jimmy a sus espaldas. Durante toda la película
se diseminan referencias que ponen de manifiesto el aspecto sacrílego del mundo en el que vivimos, lo que termina por configurar una atmósfera de thriller profundamente desmitificadora. Eastwood subvierte el imaginario católico dentro de la comunidad irlandesa a la que pertenecen losprotagonistas y reduce su sustrato religioso a una serie de símbolos y ritos (la comunión, el duelo), pero su sustrato moral se encuentra
totalmente pervertido. La idea del perdón, la culpa y la redención planea en la conciencia de unos personajes cuyas almas están podridas de odio e insatisfacción vital. En realidad no solo ellos están consumidos por el envilecimiento, sino toda la sociedad que les rodea, caprichosa, hipócrita, corrupta y voraz. Y el resultado no puede ser más desolador: al final todos terminarán pagando, pero al mismo tiempo todo permanecerá igual. Y esa termina siendo la dimensión más espeluznante del filme, ese terrible silencio final que nos indica inmutabilidad. Hemos descubierto a los monstruos, pero estos permanecerán impunes.
BEATRIZ MARTÍNEZ