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Apesar de que la temática que aborda Happy End es dura, el maltrato a las mujeres, en palabras de su director, Björn Runge, “esta es una película optimista que pretende trasmitir que a todas las personas, en algún momento de sus vidas, se les abren nuevas oportunidades y que hay situaciones difíciles que se pueden dejar atrás”. Por ello, defiende que el título de la película sí hace justicia al desenlace final.
“Para mí, lo importante es el encuentro entre personas que no se conocen y el cambio que puede generar en ellas”, indicó Anne Petren, quien en la película es viuda y madre de un joven, Peter, que en un par de ocasiones ha intentado suicidarse y al que su novia abandona.
El director afirmó que la película trata de la liberación de personas que tienen malos hábitos y que, gracias al encuentro con otros, miran en su interior de otro modo. Björn Runge, por su parte, declaró que los personajes van experimentando cambios a lo largo de la película y que el título de la cinta no está claro al cien por cien, “pues para algunos de los protagonistas tal vez no sea un final del todo feliz”, dijo.
Para abordar esta historia de encuentros y desencuentros, se toma como punto de partida el maltrato a la mujer dentro de la pareja. Una realidad muy dura en España [hasta el día de ayer 48 mujeres han fallecido a manos de sus parejas] y más, si cabe, en los países nórdicos, que siguen a la cabeza de Europa en relación al número de mujeres muertas por violencia de género.
“Es una historia que cuenta un problema común, pero queríamos relatarla de otro modo. Siempre hay encuentros en la vida que pueden hacerla cambiar, gente con la que eliges emprender el camino, o gente a la que decides abandonar. La película, por tanto, no trata del maltrato a las mujeres en sí, sino de comunicar que hay situaciones en la vida que si no te gustan se pueden cambiar”, declaró la productora Madeleine Ekman.
Para la actriz Anne Petren, en la película los personajes van evolucionando a medida que la cinta va avanzando. A veces son fuertes y otras no tanto. Lo más importante es que la situación en la que uno está sumergido puede cambiar y al mismo tiempo la persona puede seguir siendo la misma. “Creo que los personajes, aunque no son fuertes, a lo largo de la película salen fortalecidos”, matizó Anne Petren.
Se ha intentado cuidar al máximo la fotografía, cuyo responsable es Ulf Brantàs. Para ello, Björn Runge ha contado con la ayuda de Vittorio Storaro, uno de los más grandes directores de fotografía -responsable de títulos como Apocalypse Nowcon una enorme influencia en el cine actual. “Él nos enseñó a trasladarnos de las sombras a la luz, así como el significado del color. En este sentido, la película no es muy nórdica, ya que hay mucho color. Si hubiéramos buscado una estética nórdica, hubiéramos echado mano del gris y la oscuridad”, explicó el director.
L.C.