"Z365" o "Festival todo el año" es la nueva apuesta estratégica del Festival en la que confluyen la búsqueda, el acompañamiento y el desarrollo de nuevos talentos (Ikusmira Berriak, Nest); la formación y la transmisión de conocimientos de cine (Elías Querejeta Zine Eskola, Zinemaldia + Plus, Diálogos de cineastas); y la investigación, la divulgación y el pensamiento cinematográfico (el proyecto Z70, Pensamiento y debate, Investigación y publicaciones).
Cuando los disturbios raciales terminaron, el tráfico de drogas comenzó”, sentencian Albert y Allen Hughes, realizadores de Menace II Society (1993). Esta frase resume a la perfección el marco histórico en el que se sitúa su película, que narra la lucha del joven negro Caine Lawson por subsistir en Watts, una de las zonas más conflictivas de Los Ángeles.Es, junto a títulos como Los chicos del barrio (John Singleton, 1991), Atrapados por la violencia (Forest Whitaker, 1993) o Camellos/Clockers (Spike Lee, 1995), uno de los films de gueto más importante de los años noventa. Dichos films nacieron como reacción a la celebración excesiva y fantasiosa del héroe negro que habían supuesto las producciones blaxploitation de la década de 1970; querían retratar de manera veraz lo que estaba ocurriendo en los barrios negros de las grandes ciudades de Estados Unidos, donde el sueño americano era una mera utopía. Para ello, utilizan un estilo realista que incorpora, como elemento distintivo, la marcada presencia de la música popular negra contemporánea en la banda sonora. El rap se había convertido en esos años en el principal modo de expresión de la comunidad afroamericana y estaba cargado de un fuerte mensaje político y social. Por eso, en estas cintas, las canciones se emplean como un componente narrativo más que sustituye a las descripciones visuales o incluso a los diálogos y sirven, al mismo tiempo, como gancho para atraer a las audiencias negras.
La identificación de la experiencia afroamericana con un contexto violento en el que las actividades ilegales se convierten en el único medio de supervivencia posible es también el hilo conductor de New Jack City (1991), la brillante incursión de Mario Van Peebles en el black noir. En este caso, el joven director negro utiliza la clásica historia del policía persiguiendo al gángster para elaborar una crítica contra la política económica neoliberal de la era Reagan, que hizo estragos entre las clases negras más desfavorecidas: el rapero Ice Tinterpreta al policía Scotty Appleton,empeñado en destruir el imperio del narcotraficante más poderoso de Nueva York, Nino Brown, a quien da vida Wesley Snipes.
New Jack City es más clásica en sus formas y menos subversiva en sus planteamientos que
Menace II Society. Sin embargo, comparte con la ópera prima de los hermanos Hughes su voluntad testimonial que, combinada inteligentemente con una estética noir, convierte los escenarios naturales donde está rodada en un auténtico “infierno en Nueva York”.
JARA FERNÁNDEZ