"Z365" o "Festival todo el año" es la nueva apuesta estratégica del Festival en la que confluyen la búsqueda, el acompañamiento y el desarrollo de nuevos talentos (Ikusmira Berriak, Nest); la formación y la transmisión de conocimientos de cine (Elías Querejeta Zine Eskola, Zinemaldia + Plus, Diálogos de cineastas); y la investigación, la divulgación y el pensamiento cinematográfico (el proyecto Z70, Pensamiento y debate, Investigación y publicaciones).
Cuando uno lee la sinopsis de Buried piensa que la proyección no va a ser muy agradable.Es difícil imaginar una película en la que la cámara no sale de un ataúd en cuyo interior hay una persona, un secuestrado, con un mechero de gasolina y un teléfono móvil,y el espectador se va haciendo a la idea de que va a experimentar un ataque de claustrofobia nada más empezar la proyección. Sin embargo, esta película de Rodrigo Cortés es mucho más que una historia
de angustias y supervivencia. Con unos recursos escénicos muy limitados, cuenta una historia muy poderosa, en la que, desde un ataúd enterrado en algún punto de Irak, se denuncian bastantes cuestiones relacionadas con la invasión norteamericana del país asiático. Por otro lado, en cierto modo, si uno logra abstraerse de lo dramático de la situación, hay hasta un punto de humor al reflejar algunas de las prácticas de la burocracia estatal o de los diferentes servicios de las compañías de telefonía.
Casi todos hemos tenido alguna vez la pesadilla de despertarnos dentro del ataúd.Rodrigo Cortés pone esta angustia en imágenes y además da a la historia un contexto que no puede ser más actual y más oportuno. El realizador no ha necesitado utilizar ningún recurso extra para hacer esta película, una película que, en opinión de este cronista, tiene un gran valor, tanto en la forma como en el contenido. Confiemos en que las distribuidoras no estropeen una vez más con sus doblajes absurdos esta magnífica historia interpretada en inglés.
M.B.