"Z365" o "Festival todo el año" es la nueva apuesta estratégica del Festival en la que confluyen la búsqueda, el acompañamiento y el desarrollo de nuevos talentos (Ikusmira Berriak, Nest); la formación y la transmisión de conocimientos de cine (Elías Querejeta Zine Eskola, Zinemaldia + Plus, Diálogos de cineastas); y la investigación, la divulgación y el pensamiento cinematográfico (el proyecto Z70, Pensamiento y debate, Investigación y publicaciones).
La directora alemana Sophie Heldman ha recurrido a un argumento poco habitual para su ópera prima, Satte Farben vor Schwarz (Colours in the
Dark). A través de una pareja de avanzada edad, propone una reflexión acerca de la vida, el amor eterno, la libertad y la muerte, “unas cuestiones universales que no todo el mundo afronta igual”.
Al protagonista al que da vida el veterano Bruno Ganz le diagnostican un cáncer mortal y decide ocultárselo a la familia. Está convencido de que “no quiere pasar el tiempo que le queda como un paciente”, así que decide “disfrutar al máximo”y sólo comparte el secreto con su esposa Anita (Senta Berger).Como plantea la directora, ¿se trata de un gesto de libertad o negación de la realidad?.
La película da un giro de 180 grados cuando la mujer abandona el hogar familiar porque no entiende que, después de 50 años de matrimonio, su marido adquiera un apartamento para “cobijarse y pensar sobre la enfermedad”. Enfadada y dolida, se refugia en una residencia para personas de la tercera edad, pero al cabo de pocos días se da cuenta de que quiere pasar el resto de sus días junto a su marido. Tras una serie de circunstancias, la pareja se reconcilia y decide aprovechar sus últimas semanas de vida protagonizando
una tierna historia de amor repleta de caricias, abrazos, silencios y complicidad.
Siguiendo una frase alemana que dice “allá donde vayas iré yo”, el matrimonio adopta una serie de decisiones que invita a reflexionar acerca de la vida en pareja, la libertad y los valores que rigen la sociedad actual. “Son valientes porque viven la vida al completo y no lamentan nada”, opinó ayer la actriz principal,Senta Berger.
Una generación valiente
Para contar su historia, Sophie Heldman ha recurrido a los actores veteranos Berger y Ganz “porque pertenecen a una generación valiente que nos ha aportado mucho”. Explicó que “a pesar de que los avances de la medicina nos lleven a envejecer más tarde, los personajes llegan a un momento de sus vidas en el que han de tomar unas decisiones muy valientes”.Y Fred y Anita no dudan en hacerlo. La última escena de la película, en la que aparecen sentados en un sofá, abrazados, lo revela todo.
Con Satte Farben vor Schwarz, Heldman intenta buscar una respuesta a la pregunta universal de cómo se quiere morir.Y los protagonistas son conscientes de que tienen un vínculo tan fuerte que quieren acabar juntos. Influenciada por directoras como Jane Campion (El piano) y Agnès Vardant (Sans toit ni loi), Heldman recala con su primer largometraje en la Sección Oficial del Festival para subrayar que “la vida no existe sin amor”.
Elene ARRAZOLA