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El director guipuzcoano Juan Miguel Gutiérrez (Rentería, 1945) vuelve por sexta vez
al Festival para presentar La plaza de la música, un documental en el que da voz a las víctimas del amianto, un mineral que tras años de inhalación, provoca problemas
de respiración y en ocasiones condena a muerte a los trabajadores.
El cineasta siempre había estado interesado en el “drama”del amianto, pero hace seis meses recibió una llamada que lo llevó a “descubrir” este misterio que, como reconoce, le ha llegado a obsesionar. “El que llamó era un amigo especializado en salud laboral
que nos preguntaba si estábamos seguros de que nuestra madre había fallecido de cáncer de pulmón”, recuerda.
Habían pasado 30 años desde su muerte, pero Juan Miguel y su hermano Javier, que también firma la película, acudieron al Oncológico y descubrieron que su progenitora era una víctima más del amianto.“Nuestra casa familiar se situaba en la plaza de la Música de Rentería, a diez metros de una fábrica que trabajaba con amianto y cuyo humo provocó un mesotelioma pleural mortal a la ama”, aclara.
Para “dar voz a las víctimas y poner rostro a los responsables de estas muertes”, los Gutiérrez decidieron rodar un documental en el que contaron con la inestimable ayuda de Jesús Uzkudun, de CCOO. “Fue curioso porque las víctimas estaban deseando aportar sus testimonios con el objetivo de que sus historias no se volvieran a repetir”, comenta este director sobre su decimotercer documental.
Durante seis meses, recabaron documentación sobre el amianto y se entrevistaron con
varios trabajadores y vecinos de empresas que utilizaban este mineral.
Fue un proceso “duro”, pero a la vez enriquecedor porque tuvieron ocasión de escuchar “testimonios que te marcan por el poso de odio que deja el amianto en estas personas”.
Gutiérrez recuerda especialmente el caso de Rafael Alustiza, un antiguo empleado de la fábrica Patricio Echeverría de Legazpi que no ha sobrevivido al estreno de la película.
La plaza de la música se construye como “un viaje espiritual” desde el corazón del director hasta los “efectos devastadores que han provocado el amianto y el capitalismo en países del tercermundo”. Para ello, Gutiérrez viaja desde su Rentería natal hasta la India, donde todavía no se exigen medidas de seguridad para manipular el amianto.
Tras el estreno de ayer, el documental será proyectado hoy y mañana en los cines Príncipe.
Elene ARRAZOLA