"Z365" o "Festival todo el año" es la nueva apuesta estratégica del Festival en la que confluyen la búsqueda, el acompañamiento y el desarrollo de nuevos talentos (Ikusmira Berriak, Nest); la formación y la transmisión de conocimientos de cine (Elías Querejeta Zine Eskola, Zinemaldia + Plus, Diálogos de cineastas); y la investigación, la divulgación y el pensamiento cinematográfico (el proyecto Z70, Pensamiento y debate, Investigación y publicaciones).
La directora japonesa Nao-mi Kawase no quiere “sorprender ni aleccionar a nadie” con su película Genpin, “sino dar a conocer las alternativas que existen para dar a luz de forma natural”. Para ello, toma una cámara de 16 mm en mano y se introduce en la clínica del doctor Yoshimura, conocido en su país por haber asistido a más de 20.000 partos naturales en las últimas cuatro décadas. Allí, recoge los testimonios del médico y de las pacientes que han decidido alumbrar a sus hijos lejos del quirófano.
El tocólogo japonés sostiene que “pensar en el parto como algo aterrador sólo trae complicaciones porque debe ser algo placentero”, por lo que recomienda a sus pacientes practicar ejercicio y llevar una vida saludable. “Si el cuerpo está fuerte el bebé nacerá sano”, les comunica a las mujeres que llegan a su clínica.
“No rechaza la medicina moderna, ni dice que la del periodo Edo era buenísima, sino que intenta buscar un equilibrio entre las dos”, explicó ayer la directora tras el estreno de su película que compite en la Sección Oficial.
Atraídas por esa vida de entender el embarazo, varias mujeres acuden a Yoshimura. Siguiendo sus pautas, durante los meses de gestación comparten sus experiencias con el resto de compañeras, realizan ejercicio físico diario y practican movimientos con el hacha pese a estar a punto de dar a luz. Cuando llega el momento, las mujeres se tumban en la estera de un tatami y rodeadas de sus familiares y las comadronas de la clínica, dan a luz a sus bebés. El espectador sigue los partos en vivo. Algunos son más largos y dolorosos, pero todas finalizan igual: Arigato, arigato (Gracias, gracias). “Después de dar a luz enseguida salen palabras de agradecimiento porque se sienten muy bien y tienen un sentimiento positivo”, señaló la directora.
Aceptar la naturaleza
Algunas embarazadas recurren a la Clínica Yoshimura después de vivir dramáticas experiencias en los hospitales, pero la mayoría toma la decisión de dar a la luz de manera natural porque, según informó la directora, “sólo el 2% de los médicos de Japón respeta las decisiones de las mujeres que van a dar a luz”.
Yoshimura critica la manera de proceder de los médicos convencionales “porque no piensan en las madres, sino en hacer lo más fácil”. Además, denuncia que en la medicina “la muerte es el mal absoluto”, cuando para él, en cierta manera, “si admites la vida debes admitir la muerte porque si hay vida, hay muerte”. Kawase coincide con él al decir que “hay que respetar la muerte y la naturaleza”. Por eso, asegura que si tuviera que dar a luz otro hijo recurriría a Yoshimura.
Elene ARRAZOLA