El argentino Pablo Trapero está en el Festival con un doble objetivo: cumplir
con el papel de jurado de la Sección Oficial y presentar su última película en la sección Perlas de Zabaltegi, Carancho (2010), que se estrenará este mismo viernes en todas las pantallas. El largometraje, que se presentó en Un Certain Regard del Festival de Cannes y está
protagonizado por Martina Gusman y Ricardo Darín, cuenta la historia de amor entre una médica y un abogado que va buscando posibles clientes en el hospital.
Debe de tener una agenda repleta estos días. ¿Cómo consigue combinar estos dos cometidos?
Cuando me llamaron del certamen para invitarme, no dudé ni un segundo en aceptar porque siempre me ha gustado venir aquí. Estuve en 2008 con Leonera.Estoy muy contento con el resto de mis compañeros del Jurado, compartir el calendario de dos o tres películas
por día, y los momentos «Me tiene que interesar el tema para dedicarle dos años de mi vida» «Me gusta pensar en situaciones para los actores cuando ya sé quiénes son» que tenemos para ir a comer, ver la ciudad, conocernos. Por otro lado, el lunes presentamos Carancho,
que, además, se estrena este viernes, lo que supone una intensa agenda de entrevistas. Martina Gusman llegó el lunes y está colaborando en la promoción. Ricardo Darín no nos ha podido acompañar, pero nos está ayudando con entrevistas telefónicas.
Seis largometrajes. Tres de ellos han pasado por Cannes y dos por Venecia, además de otros certámenes. ¿Diría que existe un cine para festivales y que, en tal caso, el suyo encaja en esta categoría?
Se puede hablar de películas de festivales, aunque me costaría definir
cuáles son. Es verdad que hay películas que tienen un público más receptivo en este tipo de entorno. A mí me gusta que la historia pueda funcionar con diferentes públicos, en distintos espacios. Carancho, por ejemplo, ha pasado por numerosos certámenes y, a día de hoy, es el título más visto en Argentina durante este año. Ha funcionado muy bien en todo el país y se está estrenando en otros países de Latinoamérica, además de España y Francia.
Entonces, ¿ha dado con la fórmula?
Es difícil saberlo. Me alegra lo que está pasando con Carancho, pero desde mi primer film, Mundo Grúa (1999), nunca sé bien qué va a pasar. Cada película ha sido una sorpresa,
por suerte, para bien.
Independientemente de la historia, casi siempre aborda temas
de lo cotidiano. ¿De dónde se alimenta?
Con cada film cambia un poco la manera. En cualquier caso, el tema
me tiene que interesar para que valga la pena dedicarle dos años de mi vida y poder tener la convicción suficiente para que un equipo me acompañe en el proceso. Me interesa que la película tenga una vida más allá de la proyección, algo que pueda perdurar en el tiempo, y por eso los temas son importantes. En general, son tramas que tienen que conmovernos, eso sí se repite en todas las historias.
Otro elemento que se repite es la protagonista. Ha trabajado en tres ocasiones con Martina Gusman, que, además, es su esposa.¿Cómo consiguen separar lo profesional de lo personal?
Hace muchos años que nos conocemos. Además, tenemos un hijo. Nos conocimos trabajando, ella en producción y yo en dirección, así que estamos acostumbrados. Los dos disfrutamos mucho de esa combinación.También hemos trabajado como productora y director, aunque disfrutamos más como actriz y director. Tenemos nuestros días, unas veces funcionan mejor y otras peor. Pero la verdad es que nos da mucho placer.
¿Cómo es esa relación director-actriz?
Martina es una magnífica intérprete, y por supuesto, el hecho de estar juntos desde hace años nos da mucha confianza y seguridad para trabajar. Nos permite buscar fibras y detalles del personaje. Me gusta pensar en situaciones para los actores cuando ya sé quiénes son. Así fue con Carancho y con Leonera. Podemos trabajar en profundidad
con cosas muy sencillas del personaje. Por otro lado Mar-tina tiene una forma de trabajo en la que se involucra mucho en la construcción del personaje. Para Carancho hizo unas guardias de 24 horas semanales en el hospital. Después realizó un curso de primeros auxilios y reanimación.
Ha colaborado también en un par de producciones con Albertina Carri, quien está presente en el Jurado de Kutxa-Nuevos Directores. Qué feliz coincidencia, ¿no?
La verdad que sí, para los dos. Los tiempos en el cine son a menudo difíciles de compaginar. Nos reencontramos aquí después de varios meses. Fue una alegría para los dos saber que estaríamos aquí y podríamos compartir algún momento.
Ane RODRÍGUEZ