"Z365" o "Festival todo el año" es la nueva apuesta estratégica del Festival en la que confluyen la búsqueda, el acompañamiento y el desarrollo de nuevos talentos (Ikusmira Berriak, Nest); la formación y la transmisión de conocimientos de cine (Elías Querejeta Zine Eskola, Zinemaldia + Plus, Diálogos de cineastas); y la investigación, la divulgación y el pensamiento cinematográfico (el proyecto Z70, Pensamiento y debate, Investigación y publicaciones).
De Rithy Panh sólo conocíamos en distribución comercial La gente del arrozal (1994) hasta
que, a principios de 2009, se estrenó S-21, la máquina roja de matar, un documental de inapreciable valor ético y estético realizado en 2003. El estreno español coincidió con el inicio del juicio contra el principal torturador durante el régimen de los jemeres rojos de Pol Pot, en la Camboya de 1975-1979, por lo que las imágenes filmadas y montadas por Panh en 2003 se convertían entonces en un reflejo cruel y veraz de lo que estaba aconteciendo en un estrado camboyano.
La película es la indagación de un genocidio. Y esa indagación, firme y precisa, llega dándoles voz a las víctimas que sobrevivieron a la barbarie, a los que Pahn acompaña en su regreso a las prisiones donde fueron torturados y, como explican ellos mismos, en brutal definición, conservados para ser utilizados: a los presos se les extraía sangre lentamente según demanda de los hospitales. Pero también comparecen ante la cámara aquellos policías que cumplieron las órdenes de sus superiores.
El diálogo entre víctimas y verdugos se establece de manera casi cordial, dolorosamente cordial, y los segundos escenifican en las celdas vacías lo que hicieron en el pasado. La culpa y la punición se mezclan en esta representación del rencor y la reconciliación, aunque lo que hace Panh es filmar la expresión del mal en estado puro.
Quim CASAS