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El uruguayo Federico Veiroj presentó ayer La vida útil, largometraje que narra la historia de Jorge, un trabajador de una cinemateca, que para él es su vida, y al ser despedido se verá obligado a descubrir un mundo que le es totalmente ajeno. Para narrar la historia,Veiroj se ha valido de Jorge Jellinek, crítico de cine en la vida real, y de su experiencia en la Cinemateca Uruguaya.
Cuenta el director que “me interesaba hablar sobre un personaje que estaba metido en el ambiente de la cinemateca, de qué manera se relaciona esa persona con el mundo exterior, y también ver qué le pasa cuando le fuerzan a dejar su trabajo”.
Aunque el film no se centre en la Cinemateca Uruguaya como institución, Veiroj afirma que “me formé allí como espectador y también he trabajo allí, es un lugar que conozco muy de cerca y elegimos filmar en algunos lugares de la cinemateca porque me parecía que era lo más natural para mí. En el mundo hay lugares en donde se trabaja, se cuida y se preserva el cine”.
Veiroj comenta que no conocía a Jorge Jellinek, crítico en la vida real y personaje central del film, hasta que comenzó con la difusión de Acné, su primer largo: “Me puse a escribir cambiando un guión viejo que tenía y lo convertí en lo que hoy es La vida útil. Un día, cuando estaba muy metido en el proyecto, lo invité a tomar un café y le conté que había estado escribiendo para él, porque era perfecto para hacer el personaje”. Jellinek agrega que “al poco tiempo de esa conversación ya estábamos metidos en la grabación”.
Rodaje en dos etapas
La película se filmó en dos etapas,“ porque en mitad del rodaje –dice Jellinek– hubo un proceso de reflexión o de madurez de lo que se había hecho”. Sobre esto, el director uruguayo explica que “cuando filmamos la primera parte y monté el rodaje de esos ocho o nueve días, el guión que tenía para la segunda mitad no me sedujo, no tenía sentido”.Tras un descanso Veiroj buscó “un destino acorde a este personaje, para que sea nuestro héroe”.
Sobre el proyecto, Jellinek opina que “logra llevar al espectador a un mundo muy interesante, que es el de la cinemateca”. Sobre su personaje, explica que “es un hombre que vive en el mundo del cine, que ha dedicado su vida a eso,y de golpe todo empieza a desaparecer. Es una experiencia que todos podemos vivir y el espectador se siente de alguna manera identificado con él”.
La vida útil empezó su carrera de festivales en Toronto y, según Veiroj,“ya tiene una agenda de certámenes bastante importante. Estoy encantado de haber realizado esta película, que además se ha podido hacer gracias a que vinimos aquí el año anterior”. El proyecto obtuvo el Premio Cine en Construcción de la Industria.
Amalur ARTOLA