"Z365" o "Festival todo el año" es la nueva apuesta estratégica del Festival en la que confluyen la búsqueda, el acompañamiento y el desarrollo de nuevos talentos (Ikusmira Berriak, Nest); la formación y la transmisión de conocimientos de cine (Elías Querejeta Zine Eskola, Zinemaldia + Plus, Diálogos de cineastas); y la investigación, la divulgación y el pensamiento cinematográfico (el proyecto Z70, Pensamiento y debate, Investigación y publicaciones).
Desde que se diera a conocer por estos pagos con Stranger than Paradise, Jim Jarmusch ha demostrado que no le faltan cualidades ni méritos como cineasta, pero si destaca en algo por encima de todas las cosas es en su capacidad para crear unos personajes ajenos a toda convención social, y libres de cualquier tipo de estereotipo, sean emigrantes en un entorno extraño, fans asiáticos de Elvis, afroamericanos flipados por la cultura samurai, taxistas que desconocen las calles de la ciudad o presos que huyen a través de los pantanos de Nueva Orleans. Son todos ellos personajes que, sin que sepamos por qué, se quedan en la memoria del espectador, que no se olvidan con el paso de los años, aunque sus peripecias no siempre se recuerden con la misma nitidez.
Y en su última película, The Limits of Control, rodada casi exclusivamente en España, Jarmusch vuelve a sacarse de la manga un personaje extraordinario, otro más de su colección, una mezcla de viajero, gángster y monje budista interpretado magistralmente por Isaach de Bankolé, al que dan réplica otros personajes no menos extraños, entre ellos los que interpretan Luis Tosar, John Hurt, Gael García Bernal, Óscar Jaenada o una prácticamente irreconocible Tilda Swinton.
Hay momentos en los que el espectador puede llegar a despistarse con las idas y venidas del denominado Lone Man, Hombre Solitario, por la geografía peninsular, de Madrid a Sevilla, y de aquí a los desiertos almerienses, pero da lo mismo. Jarmusch consigue que sigamos a toda esta tropa embelesados, que sonriamos cada vez que alguien pregunta “pero, usted no habla español” o cuando le vemos practicar tai-chi en el lugar más insospechado. Algo nos dice que,como nos viene ocurriendo con la mayoría de sus personajes, dentro de bastantes años seguiremos guardando en la memoria al hombre solitario interpretado por Isaach de Bankolé, aunque no recordemos exactamente el motivo de su vagabundeo.