"Z365" o "Festival todo el año" es la nueva apuesta estratégica del Festival en la que confluyen la búsqueda, el acompañamiento y el desarrollo de nuevos talentos (Ikusmira Berriak, Nest); la formación y la transmisión de conocimientos de cine (Elías Querejeta Zine Eskola, Zinemaldia + Plus, Diálogos de cineastas); y la investigación, la divulgación y el pensamiento cinematográfico (el proyecto Z70, Pensamiento y debate, Investigación y publicaciones).
Ayer se presentó en Zabaltegi- Perlas la película ganadora del Gran Premio del Jurado en el Festival de Cannes de este año: Un prophète. Esta coproducción francoitaliana ha sido dirigida por el conocido director y guionista Jacques Audiard, que ha acudido a San Sebastián acompañado por el coguionista Thomas Bidegain y el actor Tahar Rahim, protagonista del filme.
Tahar Rahim interpreta el papel de Malik El Djebena, un joven muchacho de 19 años que es condenado a seis años de prisión. Malik llega a la cárcel completamente solo pero entre gangsters y camellos aprende todo lo necesario y sobrevive. El profeta es la historia de un hombre que llega a un medio desconocido y hostil pero consigue salir adelante.Audiard plasma la prisión en la que es ingresado Malik como un entorno duro y gris en el que los internos viven en una situación muy precaria pero, según lo expuesto por él mismo en la rueda de prensa, no parece haber ninguna intención de denuncia tras esta imagen. “Todo en la película es ficción. No hay ningún hecho real, todo es falso. Es un decorado que hemos construido y una historia que nos hemos inventado de cabo a rabo”, aseguró el director.Tampoco hay nada de cierto en el retrato que realiza de las mafias: “Hemos contado una historia basada en estereotipos; no hay buenos ni malos, ni medio buenos o medio malos, todos son todo.Quizá por eso no hemos estado sometidos a ninguna presión de ningún tipo”, confirmó Jacques.
Tras cumplir una de las misiones que le encomiendan, Malik recibe la visita de un fantasma a lo largo de una serie de secuencias oníricas. Audiard y Bidegain explicaron que estas secuencias responden a la necesidad de profundizar en el personaje: “En las pelis los gangsters matan como en un videojuego, pero si el asesinado vuelve en forma de fantasma, el personaje es más rico.Hay algo que pesa en su conciencia”, detalló el director.
Tahar Rahim contó que fue fácil trabajar con Jacques: “Cuando estábamos en el espacio de rodaje no salíamos de lo que es el personaje pero, a partir de ahí, hubo mucha libertad de interpretación, de intercambiar ideas, proponer cosas y hacer todas las preguntas necesarias”. El director apuntó bromeando que “sería terrible que ahora dijera ‘bueno..., a veces he tenido dudas pero…’”
El realizador parisino también habló sobre su relación con el cine: “El hecho de haber tenido un padre tan reconocido hizo que el cine fuera una parte más de mi vida. El cine nunca estuvo en un pedestal sino que era algo de todos los días y cuando algo no está excesivamente sobrevalorado es más fácil. Mi padre escribía, era su trabajo, ¿por qué no iba a hacerlo yo? Además, para la generación de mi padre la literatura era más importante que el cine. Tenían un pie en la literatura o el teatro y el cine era una manera de ganarse el pan”