"Z365" o "Festival todo el año" es la nueva apuesta estratégica del Festival en la que confluyen la búsqueda, el acompañamiento y el desarrollo de nuevos talentos (Ikusmira Berriak, Nest); la formación y la transmisión de conocimientos de cine (Elías Querejeta Zine Eskola, Zinemaldia + Plus, Diálogos de cineastas); y la investigación, la divulgación y el pensamiento cinematográfico (el proyecto Z70, Pensamiento y debate, Investigación y publicaciones).
El director californiano Cary Joji Fukunaga inaugura hoy la sección Horizontes Latinos con su largometraje Sin nombre, la historia de una adolescente hondureña que emprende el camino de la emigración hacia los Estados Unidos, pasando por México.
Este realizador, hijo de padre japonés y madre sueca, nunca había oído hablar del tema hasta que, mientras estudiaba cine en Nueva York, vio en la prensa la noticia de la muerte de un grupo de emigrantes abandonados en un camión en algún lugar de Texas.
Tras un primer cortometraje, su paso por el Festival de Sundance le abrió las puertas para redactar el guión del largo: “Hice un texto rápido y muy malo y ese verano de 2005 me fui a Tapachula, Chiapas, con un par de amigos, para hacer investigación de primera mano“. En aquel viaje, cuenta, “hablamos con la policía, fuimos a las cárceles para reunirnos con integrantes de las pandillas que formaban parte del comercio de contrabando de inmigrantes… Una noche en las vías de Tapachula, salté de un tren de carga con dos hondureños con los que me había reunido la noche anterior, y todos nos subimos y viajamos a través de Chiapas. Mucho de lo que sucedió en ese viaje de 72 horas constituye la base de lo que pasa en el techo del tren en Sin nombre. El ataque de bandidos que ocurrió no muy lejos de nosotros y la camaradería con los inmigrantes enriqueció mi perspectiva”. En la película, los lazos familiares, la miseria y la sobrevivencia comparten protagonismo con las maras, concretamente la Salvatrucha, que es la que controla el territorio.
Tras la segunda versión del guión y el apoyo de la productora Amy Kaufman, la cinta –una coproducción EEUU-México– pudo rodarse en siete semanas y, una vez terminada, se ha presentado en Guadalajara (México), Edimburgo y Deauville, entre otros lugares.“¿Que si ha gustado? Para mí, la mejor medida de su éxito es ver que en México está en primer lugar entre los DVDs piratas que se venden en las calles”, responde Joji.
“Sin nombre, concluye Cary Joji, no es precisamente una denuncia: yo quisiera que la gente saliera del cine con empatía hacia esas personas que hasta ahora eran sólo artículos de periódico, y que de alguna manera conecten con esa otra gente que está al otro lado del mundo”.
Mexicanas y argentinas
Como cada año, la programación de esta edición de Horizontes Latinos quiere reunir la mejor selección del cine latinoamericano actual con 13 películas inéditas en nuestro país. Son las cinematografías mexicana y argentina –las que cuentan con mejor salud actualmente- las que tienen una representación más numerosa.
Además de Sin nombre, Daniel y Ana, de Michel Franco; Marea de arena, de Gustavo Montiel Pagés; El Árbol, de Carlos Serrano y Perpetum mobile, de Nicolás Pereda, son de producción mexicana. Argentina está representada por La Invención de la Carne, de Santiago Loza; El último verano de La Boyita, de Julia Solomonoff y Francia de Israel Adrián. Además, Contracorriente, de Javier Fuentes-León, es una coproducción Perú-Colombia-Francia-Alemania, y junto a ellas compiten por el premio de 35.000 euros Gigante, del uruguayo Adrián Biniez, Los viajes del Viento, del colombiano Ciro Guerra y las chilenas Huacho, de Alejandro Fernández Almendras e Ilusiones ópticas, de Cristián Jiménez.
P.Y.