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“Tu película es un lío fenomenal”, le dijo un periodista al director Rian Johnson en la rueda de prensa que siguió al estreno de The Brothers Bloom. Y, efectivamente, ése fue el planteamiento del realizador a la hora de ponerse tras la cámara: “Quería hacer algo que tuviera sensación de diversión y juego, una comedia que fuera tan disparatada como las de los Hermanos Marx”, reconoció Johnson.“Me gustan los directores que hacen disparates como Terry Gilliam o Kusturica –explicó– en cuyas películas van sucediendo cosas inesperadas y, al final, todo encaja y tiene sentido. Eso es lo que espero lograr”.
Los actores protagonistas Adrian Brody y Mark Ruffalo encarnan a los Bloom, una pareja de timadores que, acompañados de la japonesa Rinko Kikuchi, encuentran a Penélope-Rachel Weisz, una millonaria dedicada a sus hobbys.
Los planes de trabajo de los hermanos llevan al grupo de California a San Petersburgo, en una peripecia atemporal que el director calificó como un gran circo que viaja, con camellos, gatos en patinete y otros artilugios divertidos, y el rodaje también fue algo así, con un espíritu carnavalesco y a través de Serbia, Montenegro, Rumanía y la República Checa”.
Éste es el segundo largometraje de Johnson, que aseguró estaba“aterrado” ante un rodaje con sus actores favoritos. “Me sentía intimidado, pero todo resultó bien: son unos tipos maravillosos, sin ningún problema de ego, y estuvimos como niños jugando en la arena, pudimos viajar, disfrutar y lo hemos pasado muy bien”.
Historias de amor
“No es como otras películas de timadores, advirtió el director, en las que buscas quién va a dar el palo a quién. En ésta acabas preocupado por cómo terminan los dos amores, el de Bloom y Penélope y el de los dos hermanos, que también es una historia de amor”.
Johnson no le concede demasiada importancia a la coherencia temporal, o a la credibilidad de la ambientación, y sitúa la acción en un espacio de tiempo que pudiera estar entre los 60, los 70 y los 80. Con el vestuario ha trabajado de la misma manera, utilizando trajes, camisas y corbatas para los hermanos Bloom y originales y extravagantes modelos de diferentes épocas para los personajes femeninos. “Me gusta jugar con un estilo que no es real, que es el que nos apetece tener y por eso lo creamos dentro de la pantalla, y los Bloom hacen lo mismo, crean el mundo que quieren y controlan eso también“.
Finalmente, explicó que su trabajo quiere ser un homenaje al mejor cine, específicamente a Fellini y su Ocho y medio, donde también el protagonista está un poco perdido cuando su vida real y la historia empiezan a fundirse, y no sabe cómo hacer para salir de ella. Su hermano Stephen, en cambio, no trata de salirse de la historia, sino de contarla bien, y ésa es su salvación: no vivir la vida real, sino tomar de ella lo mejor para contar la historia que tú quieres contar”.
Pili YOLDI