"Z365" o "Festival todo el año" es la nueva apuesta estratégica del Festival en la que confluyen la búsqueda, el acompañamiento y el desarrollo de nuevos talentos (Ikusmira Berriak, Nest); la formación y la transmisión de conocimientos de cine (Elías Querejeta Zine Eskola, Zinemaldia + Plus, Diálogos de cineastas); y la investigación, la divulgación y el pensamiento cinematográfico (el proyecto Z70, Pensamiento y debate, Investigación y publicaciones).
Como “una experiencia maravillosa” describe el realizador Alberto Cortés su trabajo de dirección de Corazón del tiempo en la comunidad zapatista de La Esperanza de San Pedro en Chiapas (México).
Cortés (Ciudad de México, 1952) comenzó a pensar en este proyecto en el año 2000, cuando conoció el territorio zapatista y se interesó por su forma de organización y funcionamiento. De la mano del periodista de “La Jornada”, Hermann Bellinghausen,proyectó la película, y con él escribió el guión en 2003. Tras la aprobación de la iniciativa por las autoridades zapatistas comenzó la parte que más disfrutó Cortés: “Hubo que empezar por mostrar qué es el cine, porque la gente de las comunidades no lo conocía,y eso nos permitió redescubrirlo juntos y ver cómo ellos también se entusiasmaban con el proyecto”.
Cortés destaca también la actitud y el trabajo de los actores, todos ellos campesinos indígenas de las comunidades zapatistas y sin experiencia previa en la interpretación: “Su manera de trabajar me recordaba al espíritu de los actores clásicos griegos, por su compromiso y su responsabilidad para representar a la sociedad tal y como es, alejado de lo que ahora es ser actor para la mayoría”.
La filmación transcurrió durante los meses de noviembre y diciembre de 2007, y toda la escenografía -casas, calles, interiores- fue construida para la ocasión. La película está coproducida por el propio Alberto Cortés y la Junta de Buen Gobierno “Hacia La Esperanza” de la comunidad protagonista.
Zapatistas a cara descubierta
El director -con una larga trayectoria profesional como realizador de documentales, cortometrajes, telenovelas y tres largos de ficción- reconoce que sobre el tema zapatista se han hecho muchos documentales. “Pero -matiza- la mayoría, centrados en la figura más atrayente, la del Subcomandante Marcos, como si los zapatistas existieran por él, y es al revés: Marcos existe porque hay indígenas zapatistas”.
A pesar de que han transcurrido quince años desde el levantamiento del Ejército zapatista, se conoce muy poco de lo que ahí está pasando; con Corazón del tiempo, por primera vez un proyecto cinematográfico entra más allá y se muestra la vida cotidiana de estas comunidades, tal y como es, sin pasamontañas”, bromea.
La película se estrenó ya en Chiapas ante sus protagonistas, en “los cinco Caracoles, las cinco sedes de las cinco Juntas de Buen Gobierno” de la región. Donostia es su presentación en el exterior y su director es optimista sobre cómo será aceptada: “Esperamos que funcione bien; es una película muy afortunada, porque la mayoría de las latinoamericanas salen bastante tristes y ésta está llena de alegría y esperanza”.
P.Y.